El plazo de solicitud esta abierto durante todo el año (en función de las plazas disponibles)

Image Alt

Residencia Pío XI

  /  Noticias   /  Nuestros residentes   /  Gonzalo Olmos, el registrador más joven de España: «No he basado mi oposición en mi inteligencia, si no en mi esfuerzo y sacrificio»

Gonzalo Olmos, el registrador más joven de España: «No he basado mi oposición en mi inteligencia, si no en mi esfuerzo y sacrificio»

La historia de Gonzalo Olmos no parece encajar con la idea que, a priori, se tiene de un opositor que estudia para convertirse en un Alto Cuerpo de la Administración del Estado. La creencia invita a pensar que son estudiantes brillantes, con un expediente impecable, pero Gonzalo suspendió varias asignaturas durante la carrera y su nota media fue más bien discreta. Esto no ha sido impedimento para que haya aprobado la oposición de registros en 2 años y medio, cuando la media está entre 5 y 10 años. Con 25 años, se ha convertido en el registrador más joven de España.

El 2 de noviembre comenzaste tu andadura profesional como registrador de la propiedad en Cangas de Onís ¿Cómo está siendo el ejercicio profesional? ¿es tal y como te esperabas?

Pues la verdad es que cambia bastante. Aunque es verdad que sólo llevo unos días, lo que estoy haciendo es adaptarme. Ver cosas, tratar de asentar los mayores criterios posibles para poderla ejercer con todavía más agilidad. Al final sí que es verdad que se está un poco verde, hay que coger el ritmo e ir haciéndolo todo y se tarda. Pero me está encantando. Los primeros días están siendo muy bonitos.

¿Y qué tal el cambio de Bilbao a Cangas de Onís?

Pues de momento muy bien. Justo ahora lo comentaba con el alcalde, que he tenido una reunión con él. El clima es muy parecido al de Bilbao porque suele haber cielos nubosos y lluvia, que yo es lo que necesito en mi vida. Lo único que me falta es el mar, que en mi casa lo tengo a 5 minutos. La gente es muy maja y me estoy adaptando muy bien.

Después de estudiar de 12 a 15 horas durante 2 años y medio ¿Qué es lo primero que hiciste cuando aprobaste las oposiciones?

Pues básicamente aprovechar los 2 días del fin de semana. Pensar que el sábado lo tengo libre y el domingo, también, es una gran sensación de libertad. Los opositores comentamos en general, que lo que cuesta es eso de pasar de un fin de semana de 2 días a de 1 día. Ya ni te cuento cuando, por motivos de cercanía con el examen, suprimas el día también de descanso. Al principio de aprobar, lo primero que no se asimila es que te despiertes y digas, no tengo que estudiar y no tengo que controlar los tiempos. Estar una tarde con mis amigos y no estar mirando el reloj, pendiente de que me tengo que ir a dormir porque mañana tengo que estudiar. Es la vuelta a la libertad.

Decidiste estudiar los dos últimos meses de la oposición en la residencia Pío XI ¿Por qué tomaste esta decisión?

En primer lugar, porque la preparación del tercer examen se hace en la academia en Madrid, es donde se hacen los casos prácticos y me parecía un poco arriesgado el irme a un piso solo, por ejemplo, porque necesitaba también esa ayuda externa de que te hagan las comidas, de que te ayuden. Me comentaron la posibilidad de la residencia Pío XI, porque en los exámenes de registros se solía juntar bastante gente y se comentaban cosas. Estar en una residencia lo vi como un aliciente, porque si bien éramos, en aquel entonces, competidores unos de otros, siempre está bien tener a gente que está en tu misma situación, eso te va a ayudar. De la Pío XI hemos aprobado 13 personas.

Vamos, que tus competidores han sido también tu mayor apoyo.

Sí, porque he hecho familia, especialmente con Jone que es también de Bilbao, y Manu, que es de Cáceres. Estábamos los 3 juntos, 24 horas los 7 días. Nos despertábamos a la misma hora, nos íbamos a la biblioteca o a la sala multiusos a comentar todo el rato cosas, cosas, cosas. Luego los días de caso práctico, nos íbamos los 3 juntos en el metro hasta allí. Al final, no nos despegábamos los unos de los otros.  Éramos como una familia. Aunque éramos conscientes de que al final igual la plaza de uno se la quitaba otro de nosotros, pero esto era secundario. Lo que primaba era la amistad que se forjó allí.

¿Cuáles fueron las ventajas de estudiar en la residencia Pío XI?

La comodidad de que no te tienes que preocupar por nada, sólo de la oposición. Que está en Madrid, en buena zona, que es muy tranquila, porque es para opositores y de posgrado, por lo que la gente está en la misma situación y no se va a poner ahí a hacer ruido por las noches.

¿Cuáles dirías que fueron tus mayores apoyos en todo el tiempo de la de la oposición?

Mis dos preparadores, Miquel Martínez y Olga Entrena, que son notarios en Bilbao y Bermeo, respectivamente, y luego también Carlos, que es el preparador del grupo de dudas de Ione. La familia y los propios Manu, Jone y Beatriz, con los que pasé muchísimo tiempo en el tercer examen y los demás compañeros que al final eso que tanto se dice es verdad: Somos competidores, pero hemos hecho muy buenas migas, vamos.

Te has convertido en el registrador más joven de España al aprobar la oposición con 25 años ¿Qué supone para ti esta circunstancia?

Pues te diré que soy el más joven por cuestión de días ya que Josechu, que también estaba en la residencia Pío XI, cumplía los años en abril y yo en mayo. Yo estoy encantado de esta circunstancia, pero hay otros jóvenes que tienen muchísimo mérito también. Por ejemplo, mi amiga Beatriz que es notaria y registradora con 26 años.

Estudiaste Derecho en Deusto y el primer año de carrera suspendiste varias asignaturas, para luego aprobar en dos años y medio una oposición que se saca, de media, en 5 o incluso en 10 años. ¿No suena un poco contradictorio?

Yo no he basado la oposición en mi inteligencia, la he basado en mi esfuerzo y sacrificio, en la fuerza de voluntad. Porque yo siempre digo eso, que no soy una persona brillante, nunca he sido un estudiante ejemplar en la Universidad. Eso sí, tenía la idea clara de que quería estudiar una oposición. Siempre he sido un chaval que cuando se esfuerza, se esfuerza y tiene fuerza de voluntad. Además, me he cruzado con dos personas, con dos preparadores que me han sabido encauzar, han sabido cómo guiarme. Estudiar 15 horas como yo puede ser un buen ejemplo y a la vez, uno muy malo. Porque hay gente que necesita estudiar 15 y gente que necesita estudiar 10. Eso es relativo. Al final hay que buscar el ritmo que te venga bien, que sea cómodo y que puedes soportar. Y luego que hay muchos factores que influyen en aprobar unas oposiciones, aunque yo no creo en la suerte. Mis preparadores me han preparado para llegar al examen y poder defender cualquiera de los 150 temas de la oposición.

¿Cómo recuerdas estos dos años y medio de oposición? ¿Cómo se gestionan los momentos de bajón?

Yo tuve un bajón importante cuando suspendí Notarías porque perdí la presión. Es el punto de inflexión de mi oposición. Cuando superé ese bache, salí todavía más fuerte mentalmente. La posibilidad de estudiar 12 o 15 horas no me mermaba tanto porque yo tenía una coraza mental. Sabía lo que quería. Pero claro que los días pasan y siempre va a haber días malos y no por ello será el fin del mundo, eso hay que tenerlo muy claro.

Has llegado a comentar incluso que tuviste ayuda psicológica.

Sí, cuando suspendía notarías me vino una bajada de presión y al final te planteas cosas y, como estás solo estudiando no haces más que darle vueltas a la cabeza, que rumiar. Tuve una época ahí de ataques, de angustias y fue entonces cuando empecé con la psicóloga con la cual sigo, porque nunca me ha venido mal. De ese tramo me ha ayudado a salir también ella.

¿Cuánto influye para aprobar una oposición el tener una mente fuerte? ¿Recomendarías la ayuda de un psicólogo para mejorar mentalmente?

Sí, claro. Yo en ningún momento fui reticente. Cuando vi el momento no me costó nada decir, oye, necesito ayuda. La pedí y no me arrepiento de nada. La gente que piensa que puede estar pasando por un mal momento, puede hacerlo.

¿Qué consejos les darías a aquellos jóvenes que están opositando? ¿Hay recetas mágicas para aprobar las oposiciones en dos años y medio en vez de en cinco?

No hay secreto, es fuerza de voluntad, esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Vamos. No fallar ningún día y cumplir con lo que digan los preparadores.  Es lo más importante porque eso va a querer decir que va a ir bien seguro al examen.

¿Cómo te planteas el futuro? ¿Crees que en algún momento estudiarás otra oposición o ya has tenido suficientes exámenes?

Pues no lo sé, realmente yo pensaba que era una persona que con esto se iba a quedar del todo satisfecha, pero mira, de momento, ya estoy preparando opositores. También me llama la idea de ser docente universitario… así que yo no descarto nada en el futuro porque estoy viendo que mi cabeza necesita más. Pero, de momento, lo prioritario es asentarme en mi puesto y coger fluidez.