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Residencia Pío XI

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Alejandro Fernández Sieiro, nuevo Inspector de Hacienda: «Lo bueno que tiene estudiar en una residencia es que en ningún momento tienes sensación de soledad»

Menos de dos años ha necesitado Alejandro para aprobar las oposiciones a Inspector de Hacienda. Entró en la residencia Pío XI en septiembre de 2021, después de aprobar un doble grado en Derecho y ADE en Comillas ICADE. Su esfuerzo y dedicación, los buenos consejos de sus vecinos de cuarto y unos preparadores exigentes le han llevado a poder cumplir su sueño de ser parte del cuerpo de Inspectores de la Hacienda Pública. Ahora, se plantea el verano como un merecido descanso en el que viajar y pasar tiempo con su familia son sus prioridades.   

Alejandro ¡Enhorabuena! ¿Cómo estás? ¿Qué ha supuesto este aprobado?

De momento todavía lo estoy asimilando. Te sientes un poco raro porque pasas de estar estudiando las máximas horas posibles y de repente, de un día a otro, lo detienes todo y tienes que esperar 3 semanas hasta que te dan la nota. Durante ese tiempo hay que intentar estar tranquilo, pero es muy difícil. Aunque por supuesto la sensación es, evidentemente, de alegría, no solo por mí, por mis padres. También es un orgullo tremendo que ves que todo tu trabajo ha valido la pena. Te das cuenta de que todo el tiempo que has dedicado y todo lo que has dejado de hacer, ha valido la pena y eso al final es lo más importante. Y también tengo un sentimiento de agradecimiento tanto a todos los preparadores como a la Fundación como a todos los compañeros de residencia, a cada uno de ellos que están aquí conmigo. Y por supuesto, a familiares y amigos que te apoyan en los momentos más complicados.

¿Qué es lo más sacrificado de estudiar una oposición?

Creo que se sacrifica mucho las relaciones personales. Hay mucha gente que empieza a trabajar después de terminar la universidad y no entienden la situación de un opositor. Por eso es muy importante el apoyo que se encuentra en una residencia donde estás con gente que vive la misma vida, es imprescindible. También sacrificas muchísima vida social, prácticamente entera. Cuando empiezas sólo tienes un día de descanso, en mi caso era el sábado. Estudiaba de domingo a viernes. Pero después, una vez que empieza la convocatoria y a medida que avanza esta, las horas de estudio van en aumento. Además, en mi caso fue una convocatoria muy larga porque empezó concretamente el 10 de septiembre de 2022, que fue cuando tuve mi primer examen y terminó el 29 de mayo de 2023, que fue cuando tuve mi último examen.

¿Cuáles son las ventajas de una residencia y de la Pio XI concretamente?

Creo que es un apoyo importantísimo, especialmente al comenzar con la oposición porque te encuentras con una situación que no has visto nunca.  Da igual que carrera hayas estudiado, no es ni de cerca nada de eso. Entonces sí que es muy importante al inicio rodearte de personas que lleven años ahí, que te expliquen cómo gestionar el tiempo y otros temas como por ejemplo la ansiedad. A mí me ayudó mucho conocer a compañeros que llevaban algunos años en la residencia. Me daban buenísimos consejos de cómo gestionar la ansiedad, cómo gestionar incluso las relaciones personales con tu pareja o con tus amigos…y además es importante rodearte de gente que está en tu misma situación.  Porque si yo hubiese iniciado la oposición, como por ejemplo hizo mi hermana hace años, en un piso, lo veo muchísimo más complicado porque te enfrentas tú solo. Yo creo que al final lo bueno que tiene la residencia es que no tienes en ningún momento sensación de soledad. En tu vida diaria, en las comidas, en los desayunos, en las cenas o en los descansos que hagas, estás conviviendo con decenas de personas que están en tu misma situación, por lo que te sientes bien.

Alejandro Fernández Sieiro en la Fundación Pablo VI

Este año la Fundación va a poner en marcha la Escuela de Oposiciones Herrera Oria, ¿crees que asistir a una escuela ayuda para avanzar con la oposición?

Hay que decir que la oposición al final es muy personal y cada uno es un mundo y le puede ir bien un sistema u otro. Hay a gente que la prepara con un preparador único. Yo estoy a favor de una academia con varios preparadores, con varios puntos de vista. En mi caso, iba a una academia en donde íbamos rotando. Rara vez me tocaba en el mismo mes un mismo preparador y creo que es una buena idea. En esta nueva Escuela de Opositores Herrera Oria me gusta mucho que varios de los profesores son Inspectores de Hacienda y exalumnos.

¿Cómo ves ahora el futuro?

El problema de esto es que nunca planificas cuando vas a probar porque es imposible planificarlo. Pero ahora que me lo encuentro veo el futuro con tranquilidad, con los objetivos cumplidos y que ahora puedes planificar a largo plazo tu vida.

A nivel laboral, en septiembre tenemos un curso que suele durar unos meses y, a partir de ahí, con las notas del curso y la clasificación, publican los destinos y te asignan uno. Pero creo que eso es lo menos importante. Yo pienso que una vez que apruebas esto después te puede gustar más o menos un destino, pero por lo que hemos luchado es por tener una plaza.

¿Vas a aprovechar el verano para retomar alguna afición?

Sí, viajar con mi familia. Mis padres organizaban tanto en Semana Santa, Navidad y verano, viajes largos y yo, evidentemente desde septiembre de 2021 me he perdido absolutamente todos. Los viajes también son una excusa para intentar estar tiempo con mis padres, que en los últimos 3 años apenas he podido estar nada con ellos. Tenemos planificado un viaje al sur de Asia y otro a Dinamarca. Hacer una oposición supone un gran esfuerzo económico para nuestros padres porque yo salí de la Universidad y podría haber entrado en el mundo laboral y empezar a cobrar y a desarrollar mi vida. Te metes en un momento de incertidumbre no sólo tú, también tus padres porque yo he aprobado en 2 años, pero podrían haber sido 3,4 o 5. Y por eso también, en ese sentido, hay que darlo todo siempre y estar muy agradecido a los padres.