Es conocido el exigente camino que supone preparar una oposición, requisito indispensable en particular si los cuerpos a los que se aspira son los superiores. Y, para ello, es necesario disponer de algunas condiciones favorables, pero también de un marco académico y humano, que más allá de un temario, permita consolidar en los aspirantes el carácter, la personalidad y los hábitos que los ciudadanos esperan de los altos funcionarios.
Vivimos en sociedades en las que los aprendizajes se hacen a lo largo de la vida y en la que nuevos paradigmas como la igualdad, la inclusión, la conciencia ecológica o los cuidados se han ido incorporando, y requieren una forma de estar y de interactuar con mayor conciencia de los otros y superación de las propias miradas.
Estas reflexiones y una trayectoria de acompañamiento a opositores y opositoras nos permiten reconocer la necesidad de disponer, en los espacios residenciales especializados como son las residencias León XIII y Pío XI de la Fundación Pablo VI, de un modelo de convivencia que en sí mismo sea formativo y contribuya a que, junto al esfuerzo personal, se adquieran habilidades emocionales y sociales favorecedoras de un ejercicio ético, responsable y consciente de las nuevas necesidades de la sociedad.
Un saludo cordial,
Laura Moreno,
Directora de las Residencias León XIII y Pío XI